Palabras del presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Poder Judicial de Yucatán Marcos Alejandro Celis Quintal en la inauguración del Primer Centro de Convivencia Familiar Supervisada de Yucatán

domingo, 27 de noviembre de 2011

 

BUENAS TARDES A TODOS USTEDES

Quiero contarles una historia:

Su nombre puede ser cualquiera, pero hoy la llamaremos María. María era una mujer casada, vivía feliz al lado de su marido, Juan.  Pero como muchos matrimonios, el amor se convirtió en indiferencia, y muy pronto se transformó en reclamos, palabras hirientes, agresiones, acciones  que dañaban a la pareja y finalmente en rencores profundos.

Hoy la pareja  se encuentra en un proceso de divorcio coflictuado y en medio de ese conflicto está Laura, la hija de María y Juan. Al principio, la mamá impedía que el papá viera a la niña. La solución fue drástica, un día fue a la escuela, se identificó como el papá y se la llevó a otro estado. Pasado un año después, el  dolor de la madre ante convirtió la tragedia en un asunto penal, en el que el padre pasó varios meses en prisión, por el delito de sustracción de menores.

Finalmente María regresó con su mamá, con la obligación de dejar a la niña convivir con su papá los fines de semana. Esta orden de la juez, no se ha podido cumplir porque María vive atormentada con la idea que un día Juan se llevará a su hija y nunca la volverá a ver. El conflicto podría agravarse en el futuro.

Pero también tiene una solución: un centro de convivencia familiar.

El Centro de convivencia familiar que hoy se inaugura gracias a la iniciativa y visión comprometida de la titular del Ejecutivo del Estado, Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, es un espacio para la reconciliación familiar. A partir de hoy, los padres y madres en proceso de divorcio podrán convivir con sus hijos, de manera pacífica, bajo la supervisión de personal calificado en psicología, salud  y trabajo social, para que Laura pueda convivir con su padre, sin importar el conflicto que aun existe con su mamá.

Hoy se crea un espacio idóneo que permite concretar de manera más eficiente el derecho de los niños de convivir con sus padres.

Hoy los padres podrán darse cita en este lugar para entregar y recibir de regreso a los niños, dejando constancia fehaciente del cumplimiento o incumplimiento de las órdenes judiciales para que uno de los cónyuges permita la convivencia de los hijos durante los fines de semana.

Los Magistrados del Pleno del Tribunal Superior de Justicia, los Consejeros de la Judicatura, jueces y servidores públicos del Poder Judicial del Estado de Yucatán, que nos acompañan el día de hoy, por mi conducto les expresamos nuestras más sinceras felicitaciones por este gran logro que será de mucho beneficio para las familias del Estado de Yucatán, especialmente para los niños yucatecos a quienes debemos proteger de manera prioritaria.

Hoy se ve materializado el esfuerzo de todas los Instituciones que han colaborado para hacer este proyecto realidad, particularmente del DIF Yucatán, en su incansable labor en beneficio del pilar de la sociedad que es la familia.

Es importante resaltar el valor que representa contar con este Centro, al ofrecer a los padres e hijos, un modelo de convivencia basado en una relación pacífica que eventualmente reproducirán en sus propios espacios familiares.

Como lo establece nuestra Carta Magna, las niñas, niños y adolescentes son sujetos de pleno derecho y todas las instituciones públicas del Estado debemos garantizar la vigencia y aplicación de las prerrogativas que las leyes locales y Convenciones Internacionales les otorgan.

Es por ello que la inauguración de este Centro de Convivencia Familiar Supervisada, proporcionará un espacio fundamental para salvaguardar el bienestar de los menores cuando exista un conflicto intrafamiliar que requiera la intervención del Estado.

Hoy vemos aquí el resultado de un trabajo interinstitucional de realizar acciones concretas y materializar el objetivo primordial de proteger a la familia yucateca.

Hoy con el centro de convivencia familiar, Yucatán  y todas las acciones que, de manera conjunta se han venido realizado por los diversos órganos de gobierno, se posiciona como referente en materia de justicia, en el país.  Hoy, damos un paso para consolidar la construcción de Yucatán como el Estado justo.

Y entendemos la justicia en su integridad. Justicia no es la aplicación mecánica de la ley. Ni si quiera es  aquella que condena al culpable y absuelve al inocente.

En Yucatán entendemos que sólo se puede hablar de justicia si esta cumple con sus cuatro ejes fundamentales: Una justicia de calidad, una justicia rápida, una justicia directa y cercana, pero sobre todo, una justicia humana.

Y este centro de convivencia familiar nos acerca a esa justicia humana, sensible a las necesidades de las familias, las madres, los padres, los hijos. Una justicia que tiende puentes para la reconciliación familiar.

En el Poder  Judicial, apostamos por la familia, y nos comprometemos por su conservación, como núcleo esencial de la sociedad.

Apostamos también a que si es necesaria la separación y el divorcio, se evite el conflicto que tanto daño hace a los hijos.

Pero si hay conflicto, porque somos humanos, los hijos no sean rehenes de los padres. Para eso está a partir de hoy el CENTRO DE CONVIVENCIA FAMILIAR.

Esta fecha, que es tan especial, no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar, en nombre de quienes integramos el equipo del Poder Judicial, una calurosa y cariñosa felicitación a la Gobernadora del Estado, quien hoy celebra un año más de haber recibido el maravilloso regalo de la vida.

Y la gobernadora es tan generosa que el día de su cumpleaños, ella es quien le regala a la justicia, a las familias, a las madres y los padres, a las niñas y niños, y a todo Yucatán un centro de convivencia familiar.

Muchas felicidades Gobernadora, Muchas felicidades Yucatán.

Muchas Gracias.

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