Palabras del Magistrado Santiago Altamirano Escalante, con motivo del XCV aniversario luctuoso del General Emiliano Zapata

Jueves, 10 de abril de 2014

Mérida, Yucatán a 10 de abril de 2014.- Hoy nos damos cita aquí, los tres Poderes del Estado para conmemorar el nonagésimo quinto Aniversario luctuoso de un mexicano de compromiso, un luchador social incansable, un hombre con ideales, un ser humano creyente de la igualdad y la libertad, que por sus convicciones nunca abandonaría su lucha.

Él era: Emiliano Zapata Salazar

Los primeros seguidores de Zapata vivían en el corazón del Estado de Morelos, al pie de la serranía por Valle de Cuautla, cerca de la Villa de Ayala, en ese mismo lugar esta Anenecuilco pueblo agrícola y minero, territorios todos en donde sus habitantes fueron agricultores y pequeños propietarios a quienes, la codicia de los grandes terratenientes, hizo descender a la categoría de peones, de asalariados de haciendas y lugares a los que también devasto la avaricia de los poderosos.

Por aquellos días la situación de estos hombres empeoraba, dado que los hacendados no paraban en despojarlos de cosecha y ganado, reduciéndolos a la indigencia y al hambre, también les arrebataban ejidos a los pueblos, logrando el incremento en las extensiones de tierra a su favor, esto contribuía a su necesidad de aumentar en esa misma proporción el número de peones y para lograr ambas cosas, no paraban en desaparecer del mapa rancherías y pueblos enteros entre los que estuvo a punto de perderse Anenecuilco.

Las actividades revolucionarias de Zapata inician en 1909, cuando armó a 80 hombres que tomaron unas tierras para repartirlas entre los campesinos que las cultivaban, ese mismo año tuvo la primera aparición política, en las elecciones para gobernador de Morelos, apoyando al candidato de la oposición, Patricio Leyva, en contra del candidato de los latifundistas, Pablo Escandón y Barrón.

En 1910 se unió a las filas revolucionarias de Francisco I. Madero, cuyo objetivo era poner fin al régimen de Porfirio Díaz, al año siguiente, tras asumir Madero la presidencia, Zapata le perdió la confianza para después declararse en su contra.

Llegado el tiempo de Venustiano Carranza, Zapata incesante en su lucha en contra del despojo, continuaba en la batalla, situación que provoco que Carranza respaldara las tácticas inhumanas de los hacendados, con la firme intención de que se rindiera.

Dos cosas son indudables, que la lucha de Zapata derivó en buena medida, de la inobservancia de los principios constitucionales de 1857, que buscaban hacer, de la nuestra, una Nación más justa y libre para todos y que el movimiento zapatista existió y triunfó, por la unión de esos hombres en el combate a las injusticias, que debieron haberse extinguido para cambiar; desde aquel momento, la dirección histórica del pueblo de México.

Fue el 10 de abril de 1919 el día en que el caudillo del sur, cayó abatido en una despiadada celada al mando del Coronel Jesús Guajardo, organizada por el General Pablo González, y con las ordenes del primer jefe del Ejército Constitucionalista: Venustiano Carranza.

EMILIANO ZAPATA, hombre  de campo mexicano, morelense excepcional, dio a la revolución sentido libertario y democrático, su compromiso con la justicia social permitió que desde aquel momento está se convirtiera en el mandato constitucional que definió la raíz y razón del Estado; a 95 años de su caída en la Hacienda de Chinameca, constatamos que Zapata logró su objetivo, pues se restituyeron las tierras a los pueblos y comunidades de todo el territorio nacional.

En los tiempos de Zapata la tierra fue el centro de lucha incansable, pues en ella se acumulaba la riqueza, el poder y el dominio de un régimen político sustentado en el latifundio agrario, y que tuvo como resultado la proclamación del Plan de Ayala durante de la Revolución mexicanael 29 de noviembre de 1911.

Hoy podemos decir que gracias a ese Hombre mexicano  visionario, que anhelaba la transformación de la sociedad, a través del cambio normativo de las relaciones de la propiedad sobre la tierra, son ya una realidad, solo así se cumplieron los principios de su lucha: Reforma, Libertad, Justicia y Ley.

Los ideales de Zapata están vigentes y su lucha sigue siendo un ejemplo para enfrentar los retos de hoy, aún hay mucho por hacer pero las oportunidades no dejaran de existir, porque solo así quedaran atrás las carencias y rezagos de nuestra sociedad, somos ya una Nación distinta, el movimiento zapatista nos inspiró, nos impulsó y nos ha permitido institucionalizar el anhelo de igualdad y justicia social, entre todos los mexicanos.

En nuestros días, la Constitución Política representa la culminación del proceso revolucionario, con certeza se puede señalar que recogió los ideales de la lucha de Emiliano Zapata, ejemplo es la incorporación del principio “pro persona”alartículo primero, en el cual se pondera la interpretación de la protección más favorable y más amplia, actualiza y coloca a la vanguardia nuestro sistema jurídico, ya que obliga a todas las autoridades a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de todos los individuos, con la finalidad de una defensa real de las libertades.

Yucatán es un Estado en libertad, con política social sustentada, dirigida acertadamente desde el ejecutivo a favor de cada uno de esos caudillos que día a día se levantan con la visión de salir a delante y luchar por un futuro mejor para ellos y su familia, dichas acciones siempre permearán en pro de una justicia social que haga frente a las necesidades de cada uno de nosotros, pues sumando las voluntades de los tres poderes del Estado; como hasta hoy, estaremos construyendo un estado con oportunidades y Justicia.

El compromiso de aquel Zapata, por el cual entrego su vida, Hoy se renueva con la evolución de nuestra sociedad, y siempre se requerirán de nuevos enfoques, proyectos, y de una activa promoción del desarrollo de la equidad en el marco de una vida política plenamente democrática.

Los hombres y mujeres del campo que tanto aportan al desarrollo de nuestro Yucatán, reclaman de todos nosotros, la lealtad y  la fidelidad, para un futuro que a todos nos incluye, y nos hace libres.

Hoy en nuestro Estado hay acciones concretas y firmes del Gobierno, hay política social, como la plasmada en aquellos ideales zapatistas, existen y están encaminadas al bienestar de la sociedad, y esto solo se ha logrado trabajando con orgullo y compromiso y una visión hacia un futuro que se refleje en el progreso del pueblo yucateco. 

Que no quede duda que el mayor tributo que se le rinde en Yucatán a Emiliano Zapata, es a través de la continua creación de oportunidades de bienestar y progreso a las mujeres y hombres del campo desde el Ejecutivo del Estado.

“Señores,

Ya me despido,

Que no tengo novedad,

Cual héroe murió Zapata

Por dar tierra y libertad

           “Cito”

(Armando Liszt Arzubide)

Muchas gracias.

 

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