Debatir sobre los derechos de los animales, produce una comunidad más segura y justa, asegura Anna Mulá, especialista internacional en derecho animal

Jueves, 7 de noviembre de 2013

Mérida, Yucatán a 7 de noviembre de 2013.- Hablar de los derechos de los animales, es hablar de justicia, lo cual produce mejoras no sólo para ellos, sino para la comunidad que va a ser más segura y más justa, pues la protección a los animales ya es una cuestión social y por lo tanto una cuestión legal, expresó la abogada Anna Mulá, Especialista en Derecho Ambiental y Asesora legal de la Fundación a favor del derechos animal “Franz Weber”.

La experta internacional dictó esta tarde una conferencia en el auditorio del Poder Judicial del estado de Yucatán, como parte de una visita de varios días a nuestro estado, en los que también encabezó el taller “Tratamiento jurídico de los animales y fundamentos para su regularización, con especial énfasis en el delito contra los animales domésticos”, dirigido a personal del propio Poder Judicial y de otros organismos, entre ellos la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), asociaciones de protección animal y Universidades.

En la clausura del taller, que se realizó el pasado día 6, estuvo presente el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Yucatán  Dr. Marcos Alejandro Celis Quintal, quien expresó que es importante preservar a nuestros animales, que son un elemento consustancial a la existencia de la humanidad.

Resaltó que los delitos que se dan en contra de animales, específicamente animales domésticos, ya están tipificados en nuestro código penal, por lo que tenemos que actualizarnos no solamente para conocerlo, sino también para conocer la esencia de lo que es el bien jurídico.

En la conferencia de hoy titulada “Conferencia Dinámica Social de los derechos de los animales: el derecho animal”, Mulá dejó sentado que los animales son seres sintientes y que tienen necesidades básicas. “El criterio de igualdad con los animales, dijo, es la capacidad de sentir”.

Mencionó que desde 1975 se habló de la inmensa explotación animal, sobre todo en la industria moderna.

Señaló que el derecho ha regulado la relación entre los seres humanos y los animales, pero se ha basado siempre en el concepto de dominación del hombre hacia los animales, entonces desde el punto de vista legal los animales han sido vistos como cosas.

Recordó que fue Inglaterra el primer país, en 1822, en contar con la primera ley de protección animal, como Argentina lo fue en 1981 en América latina.

La especialista y asesora de la fundación de protección animal “Franz Weeber”, expuso que desde hace 25 años existe un debate que va a la alza “para hacer más respetuosa nuestra relación con los animales”.

Sin embargo, indicó que aun hay muchos prejuicios y las leyes no se dictan pensando en el animal sino en la utilidad que les damos. “Los derechos de los animales no se regulan hasta que no es necesaria una tutela especial, por ejemplo, el derecho de dormir que para nosotros no está en riesgo”.

Mulá señaló que el reconocimiento o no de los derechos de los animales depende en gran parte de que la sociedad acepte o no la existencia de estos derechos.

Agregó que la sociedad tiene que impulsar leyes de protección de los animales y hacer que se cumplan.

La atención que el derecho ofrece a los animales tiene envergadura mundial y aclaró que los derechos que se piden para los animales son los que necesitan en función de su naturaleza. Habló de los derechos universales de los animales.

Dijo que a nivel internacional existe una declaración universal sobre bio ética y hay un estatuto jurídico del animal, mientras que el Consejo de Europa ha dictado convenios vinculantes sobre la protección de los derechos de los animales.

Recordó que existen fallos jurisprudenciales recientes que se han dado en Colombia y Costa Rica sobre el deber constitucional de protección de los animales. Cambios constitucionales que reconoce como un deber la protección de los animales y que se equipara a otros derechos y a otras garantías son una realidad en Alemania, Austria, Suiza y Luxemburgo.

Por su lado en el Código civil de algunos países ya se establecen estos derechos y han habido fallos jurisprudenciales sobre los daños morales y emocionales que genera las lesiones o la muerte de un animal.

Hizo un reconocimiento al hecho de que en Yucatán ya existe y está tipificado el delito contra animal doméstico, lo cual es muy relevante, “pero lo más importante es que se aplique”, opinó.

Una sociedad posmoderna ha de incluir la denuncia de los sectores menos favorecidos y ha de hacer todo lo posible para que estas leyes se apliquen. No se ha asumido el peligro que implica el maltrato animal, hay muchos estudios que relacionan el maltrato animal con la peligrosidad del sujeto, indicó.

Mulá resaltó que son necesarias estructuras administrativas para aplicar las leyes. En Barcelona, por ejemplo, de donde ella es originaria, existe desde 2009 una oficina de la protección de los animales y un consejo municipal de convivencia, defensa y protección de los animales.

Dijo que el nivel de violencia a los animales es muy elevado, pero en países donde hay campañas es menor.

“El maltrato animal siempre se debe denunciar, aquí ya hay la posibilidad para denunciar el delito”, continuó.

Expresó que es necesaria una política de control e inspección más rigurosa.

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