PALABRAS DEL SEÑOR ABOGADO RICARDO DE JESÚS ÁVILA HEREDIA, MAGISTRADO DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO DE YUCATÁN, EN EL CXLIV ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL MANUEL CEPEDA PERAZA

Domingo, 3 de marzo de 2013

 

 

PALABRAS DEL SEÑOR ABOGADO RICARDO DE JESÚS ÁVILA HEREDIA, MAGISTRADO DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO DE YUCATÁN, EN EL CXLIV ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL MANUEL CEPEDA PERAZA

Mérida, Yuc., a 03 de marzo de 2012

Señoras y señores:

El día de hoy, los tres Poderes del Estado de Yucatán y la Universidad Autónoma del Estado de Yucatán, concurrimos una vez más en la ceremonia conmemorativa del CXLIV aniversario luctuoso del general Manuel Cepeda Peraza.

Lo hacemos en representación de nuestras instituciones, pero también a nombre de la sociedad de la que formamos parte.

Muy avanzado el Siglo XIX, se dio un liberalismo como alternativa política al conservadurismo. Es ese liberalismo en el que encontraremos a José María Luis Mora, a Valentín Gómez Farías, a Sebastián Lerdo de Tejada, a Benito Juárez, a Manuel Cepeda Peraza y a toda esa brillante generación de hombres públicos que se hicieron  entre 1857 a 1867 en torno a “La Gran Década Nacional”, como la denominara Miguel Galindo y Galindo.

Hoy, debemos aprovechar para repensar el legado y el ejemplo de Manuel Cepeda Peraza; hacer una lectura inteligente de él y recordar el nuevo tiempo mexicano. Traer a Cepeda Peraza del Siglo XIX al Siglo XXI, con su liberalismo, con su visión progresista de la sociedad, con sus virtudes, con su patriotismo.

Remembrar a este gran ex Gobernador de Yucatán, a este gran meridano, un fundador de la patria, forjador de instituciones. Manuel Cepeda Peraza es sinónimo de los más grandes valores cívicos, y es también ejemplo para quienes tenemos el gran honor y el mayor privilegio de servir a la patria.

Manuel Cepeda Peraza, hombre con visión y con sentido de Estado, que entendió que la esencia de la política moderna, ya en el Siglo XIX, era la construcción y el fortalecimiento de las instituciones. Su vida estuvo orientada por la vocación de servir a los demás, por la decisión de preferir siempre el interés de todos, por entender que cada uno tiene un papel que jugar para contribuir al crecimiento de la Nación.

Juárez tuvo en Cepeda Peraza al soldado de la República en Yucatán. Cuando el Imperio asomó su planta en las tierras del Mayab, fue Cepeda Peraza quien combatió las formas contrarias a la libertad  y la dignidad de la Reforma.

Los liberales plantearon la educación de la niñez y la juventud, el control y registro de actos del Estado civil y la libertad religiosa.

Si bien el trasfondo de las guerras de Reforma e intervención fue precisamente el debate entre liberales y conservadores, lo que en ellas y con motivo de ellas se hizo, lógicamente desbordó los términos del debate, cediendo a las armas de la guerra.

Sin embargo, Cepeda Peraza entrelazóotro gran movimiento con las armas aurorales de la educación. En el contexto actual, es necesario recordar que, precisamente Cepeda Peraza creó el Instituto Literario de Yucatán en julio de 1867, antecedente de la Universidad Autónoma de Yucatán que se ha consumado como la gran institución que es.

Desde su fundación en 1922, la UADY no ha dejado de aportar buenas cuentas al desarrollo de Yucatán. De ahí que la Universidad sea, ante todo, un proyecto social que ha dado respuestas a muchas de las demandas educativas del Estado .

A partir de su orientación de vocación de servicio, nos dejó las mayores de sus lecciones: actuar en consecuencia, sin titubeos. Creer que el nuestro, debía ser un estado de leyes e instituciones.

Cepeda Peraza, hombre que entendió al poder político y al derecho en su esencia, que supo darles a ambas la fuerza y majestad necesaria para conducir a Yucatán en el sendero de la justicia por el camino de la legalidad.

Hoy, en tiempos de reforma y cambio, su ideario está vigente, y sigue siendo un gran reformador que nos orienta. Hoy, debemos llevar al extremo el respeto y la dignidad de las leyes y las instituciones, y cumplir, cada uno de nosotros, Estado y sociedad, unidos, con nuestra responsabilidad.

Su visión liberal, adelantada por más de 100 años, sentó las bases para la construcción de un Yucatán moderno, de instituciones y leyes. Un Yucatán en el que a partir del principio de igualdad, todos estamos bajo la ley, que a todos protege y a todos obliga, sin importar la ideología que profesemos, las preferencias que nos definen.

La sociedad exige a todos un cambio. De hecho, no es otro el contexto en el que pueden explicarse las reformas de hondo calado, que han sido aprobadas en días recientes.

La verdadera seguridad es la que se construye en la legalidad. El sistema se sostiene en la credibilidad y en la solidez del cumplimiento de la ley.

Ésto siempre querrrála sociedad para sí misma. Querría, con Cepeda Peraza, el estadista, un país de leyes, de certeza y seguridad jurídicas, un país de instituciones seguras y confiables, no de percepciones.

La lección fue, como siempre, exacta: sacrifiquemos lo que sea necesario, los intereses de todo tipo, para así, desde la ley, proteger y ponderar entre todos, los derechos de todos.

El legado de Cepeda Peraza, estadista, no puede verse alejado de la función jurisdiccional. El Poder Judicial del Estado está obligado a ser garante de los derechos de todos los habitantes de Yucatán mediante la aplicación respetuosa de la ley.

Queremos que imperen los valores y principios constitucionales. Estamos conscientes de que el valor social de largo plazo, es la justicia basada siempre en la Constitución y las leyes. Lo civilizado y lo correcto es construir un país ético, limpio y justo.

Hoy que una vez más el país enfrenta un intenso proceso de reforma constitucional, nuestro México tiene que ser el mejor México posible. Hoy que es en las propias entrañas de nuestra Constitución, donde se gesta una nueva ética estatal, en el marco de nuestro Estado democrático de derecho, tal como lo encargó el poder revisor de la Constitución.

Habremos de conducir este proceso con valor, inspirados en el amor a la Nación, en la creencia en un país democrático y justo, que es el país que más nos conviene a todos.

Hoy es preciso predicar con el ejemplo de la honestidad y sobre todo de sumisión a la Constitución. Es preciso actuar con apego y respeto irrestricto a los principios y valores que de ella emanan.

Señoras y señores:

Hagamos el esfuerzo por volver a la senda de Cepeda Peraza, que no es diferente el rumbo de respeto a la ley y a las instituciones, que no es distinto al camino de nosotros, el camino hacia una historia de igualdad, sustentada siempre como Cepeda Peraza quería, en el respeto a la Constitución y a las leyes, y con ello, a sus instituciones.

Recordemos, pues, hoy a Cepeda Peraza, cumpliendo en justicia con el nuevo orden constitucional del siglo XXI, que nos acerca más al Estado constitucional y democrático de derecho, en el que todos queremos vivir.

Muchas gracias.

Imprimir