Palabras del Magistrado Celis Quintal en el Centésimo aniversario de la Constitución de Yucatán

domingo, 14 de enero de 2018

PALABRAS DEL MAGISTRADO PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA Y DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO MARCOS ALEJANDRO CELIS QUINTAL EN LA CEREMONIA DEL CENTENARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE YUCATÁN DE 1918

"La Constitución es la voluntad de una sociedad expresada en la norma. Es el reflejo del devenir histórico de un pueblo en el que se impone una serie de reglas para modelar su sociedad.

De esta manera, una constitución puede ser vista como un conjunto de normas que están en la cúspide de la pirámide normativa y de la cual derivan su existencia las demás normas de un sistema jurídico. También puede ser vista como la forma en que se organiza el gobierno y se distribuyen sus funciones. La función más importante de una Constitución es sin duda limitar el poder y establecer los derechos fundamentales que constituyen el núcleo esencial de la dignidad humana.

La constitución recoge las más aspiraciones de los ciudadanos en términos de libertad, igualdad y dignidad.

Yucatán desde el nacimiento de la nación mexicana así lo ha entendido y por ello sus más grandes hijos han aportado a la patria las instituciones jurídicas más importantes y más universales.

La primera de ellas creada por Manuel Crescencio García Rejón es el juicio de amparo, que nace en la Constitución yucateca de 1841 y en los años posteriores se incorpora a la Carta Magna federal y a las de gran parte de la nación del mundo, como el instrumento más eficaz de tutela de los derechos fundamentales.

La segunda, son los derechos sociales, particularmente los laborales, que fueron primeramente plasmados en nuestra legislación local, y que plantea la lucha tenaz, del ilustre yucateco Héctor Victoria. Se reconocieron en el artículo 123 de la constitución federal de 1917, la cual se distinguió por ser precisamente la primera carta política en la que se reconocen los derechos sociales en el mundo.

Yucatán ha sido motor del constitucionalismo mexicano y las constituciones yucatecas han sido un impulso para procurar a través de las normas el desarrollo social.

Digna de conmemoración en esta fecha y los motivos que propician esta celebración: hoy se cumple el centenario de la Constitución política del Estado de Yucatán.

Hace cien años, Yucatán celebraba la publicación de su quinta constitución política, Constitución que hasta el día de hoy se encuentra vigente en nuestro Estado.

Fue un once de enero de 1918 cuando el vigésimo quinto Congreso del Estado presidido por Héctor Victoria Aguilar aprobó y envió al ejecutivo el Decreto número tres para su promulgación.

Recordemos el día de hoy al General Salvador Alvarado, quien cansado de los vicios en los que se encontraba envuelta la sociedad y las grandes desigualdades que se sufrían, sometió a la aprobación del Congreso una Constitución vanguardista, novedosa, protectora de los derechos de los yucatecos e impulsora del bienestar social, en la que se sentaron las bases para arrancar de tajo las profundas desigualdades sociales prevalentes en Yucatán durante el porfiriato.

La constitución de 1918 refleja el dinamismo de la sociedad, el entusiasmo y deseo de los yucatecos de proyectarse al futuro; necesidades que fueron escuchadas por el General Salvador Alvarado y por los constituyentes y que son totalmente reflejadas en el articulado del texto.

A lo largo de casi dos siglos y tras cuatro constituciones anteriores, los constituyentes expidieron leyes que obedecían a las circunstancias económicas, sociales y políticas de cada una de ellas. Hasta llegar al punto que hoy nos reúne, cuando el 11 de enero de 1918 se aprueba la Constitución, que fue promulgada el 12 del mismo mes y año y publicada el 14 de enero de 1918, precisamente hoy hace cien años

Esta Constitución obedeció a lo establecido por la Constitución Federal de 1917, que en su artículo 5 ordenaba a los Congresos locales legislar sobre los derechos económicos, sociales y culturales.

La Constitución de Yucatán, ha sido considerada una de las más vanguardistas, ya que no se enfocaba exclusivamente en los derechos del individuo si no que velaba por el bienestar social, la redistribución de riqueza y la redistribución de tierras.

Esta obra comprendida en 109 artículos agrupados en once títulos, contenía modificaciones importantes a nuestra organización del Poder Público.

Desde hace ya 100 años, las bases del Poder Judicial se han sentado, y se han perfeccionado a lo largo de este tiempo como parte del desarrollo constitucional que es el resultado de la evolución de nuestra sociedad.

El México actual, nos exige una justicia rápida, eficiente y cercana a la sociedad; es por esto que a lo largo de los últimos años la impartición de justicia ha sufrido un cambio de 180 grados. Dotar a las instituciones de las herramientas necesarias para que la impartición de justicia sea cada vez más ágil y funcional debe ser el día de hoy, nuestra prioridad.

El Poder Judicial del Estado, es quien protege y mantiene la vigencia de la Constitución, es quien castiga las violaciones que no constituyan violaciones a la Constitución Federal. Reconociendo su importante papel y la complejidad que implica regular las relaciones sociales, se le debe dotar de las herramientas para que su labor la haga de una manera rápida y eficiente.

Debemos trabajar para consolidar el Estado de Derecho que la sociedad demanda, continuar construyendo un estado constitucional, social y democrático, en la que tanto los ciudadanos y los poderes públicos estén sujetos a la Constitución y al resto de los ordenamientos jurídicos.

La constitución no debe considerarse una guía exclusiva para los juristas, sino como el faro que guía a la sociedad.

Nuestra Constitución desde aquella fecha ha funcionado como regla de reconocimiento de las autoridades y de los ciudadanos, y es por esto que hoy nos reunimos para hacerle un tributo a los Constituyentes y al General Salvador Alvarado, valorando lo que se ha logrado y lo que seguramente se continuará construyendo.

Es claro que aún falta camino por recorrer, y que es el camino correcto, continuemos con el legado que nuestros constituyentes nos dejan, la sociedad nos exige instituciones honestas, firmes y cercanas, y como autoridades tenemos la obligación de trabajar incansablemente para lograrlo.

Hoy la centenaria constitución de nuestro estado, nos recuerda porque lucharon los próceres de principios del siglo XX, y nos recuerda los motivos de nuestra lucha en nuestros días. La constitución yucateca de 1918 es la constitución de la justicia social, del a igualdad y de la libertad. Sigamos construyendo el Yucatán justo e igualitario del que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos se sientan seguros, libres y orgullosos. El camino es largo pero estamos en la ruta correcta, nuestro legado constitucional así lo muestra.

¡FELICIDADES YUCATÁN POR EL CENTENARIO DE TU CONSTITUCIÓN!

MUCHAS GRACIAS"

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